El Reporte GUESSS Ecuador 2023-2024 ofrece una mirada detallada a las intenciones y el comportamiento emprendedor de los estudiantes universitarios en el país [1, 2]. Este estudio, que marca la cuarta participación de Ecuador en el proyecto global GUESSS, subraya la importancia del emprendimiento estudiantil para el desarrollo académico, social y económico [3, 4]. Si bien las intenciones emprendedoras de los estudiantes ecuatorianos han mostrado una cierta estabilidad a lo largo del tiempo, revisando las últimas cuatro ediciones (2016, 2018, 2021 y 2023) [5], se observa que la proporción de fundadores intencionales que desean emprender inmediatamente después de terminar sus estudios disminuyó del 38.10% en 2021 al 31.77% en 2023, reflejando un retroceso en la intención emprendedora [5, 6].
Esta reducción en la intención de emprender puede atribuirse a una combinación de factores interrelacionados, destacando principalmente el deterioro de la situación económica y de seguridad en el país [6, 7]. El entorno actual presenta obstáculos significativos para los emprendedores y potenciales emprendedores en Ecuador [8].
Uno de los desafíos más influyentes es el aumento de la violencia y criminalidad [7]. La expansión de redes de narcotráfico ha generado un clima de inseguridad y miedo que afecta directamente el entorno empresarial [7]. Este clima de inseguridad ha desalentado a potenciales emprendedores y ha reducido la confianza en la estabilidad del país [7]. Según reportes, hubo un incremento en el número de muertes violentas en Ecuador en 2023 en comparación con 2022 [7].
Además de la inseguridad, los problemas de infraestructura representan un desafío grave para el ecosistema emprendedor [9]. Las interrupciones en el suministro de electricidad, por ejemplo, han afectado gravemente a los negocios [9]. Un informe de Primicias de 2023 destacó que cada hora sin electricidad le cuesta al sector comercial ecuatoriano aproximadamente 20 millones de dólares, lo que incrementa los costos operativos y reduce la competitividad de los negocios emergentes [9]. Como consecuencia, muchos emprendedores se han visto obligados a invertir en generadores y sistemas de respaldo, lo que constituye una carga financiera considerable, especialmente para aquellos con márgenes de beneficio reducidos [9, 10].
Otro desafío crítico que enfrentan los emprendedores es el incremento de las extorsiones a negocios y emprendedores [10]. Según un informe de Infobae en 2024, tres de cada diez empresas en Ecuador fueron víctimas de extorsión en 2023 por parte de bandas criminales [10]. Los emprendedores se enfrentan a demandas de pagos ilícitos a cambio de la continuidad de sus negocios, generando un ambiente de vulnerabilidad y desmotivación [10]. La situación de los emprendedores desamparados frente a la inseguridad también ha sido señalada [10, 11].
Estos desafíos interrelacionados —la inseguridad creciente, la crisis energética y las extorsiones— han creado un entorno adverso para el emprendimiento en Ecuador [8]. Esta combinación de factores no solo desmotiva a potenciales emprendedores, sino que también dificulta la sostenibilidad y el crecimiento de los negocios existentes [8].
Además de los desafíos relacionados con la seguridad y la infraestructura, existen otras barreras.
Las barreras estructurales y culturales siguen representando un desafío significativo para el emprendimiento, en particular para las mujeres y otros grupos subrepresentados [12]. La exclusión del mercado laboral formal ha impulsado a muchas mujeres a emprender por necesidad, lo que a menudo limita el potencial de innovación y crecimiento de sus negocios [12]. La informalidad empresarial es otro desafío clave en el ecosistema emprendedor de América Latina, afectando el acceso a recursos y el crecimiento sostenible de los negocios [13]. La informalidad limita el acceso a financiamiento, dificulta el crecimiento y reduce la contribución de estos negocios a la economía [13].
Bajo esta perspectiva, resulta crucial analizar estrategias y políticas que permitan mitigar estos obstáculos y fomentar un ecosistema emprendedor más resiliente y próspero [8]. La implementación de medidas de seguridad, inversión en infraestructura y apoyo financiero puede contribuir a la recuperación del espíritu emprendedor y al fortalecimiento de los negocios en el país [8, 14].